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lunes, 7 de enero de 2019

Viaje Alemania

El 14 de diciembre emprendimos nuestro viaje hacia Heidenheim (Alemania) para dar comienzo al proyecto en el que estamos involucrados, Erasmus +; donde tenemos como lema "Puentes en vez de muros". El lema está perfectamente adaptado a nuestra función, ya que nuestro objetivo es conocer la cultura alemana y que ellos conozcan la nuestra. Para ello tenemos que hacer dos cosas: proyectos en los que damos a conocer un poco más nuestra cultura y viajar al país contrario, y como ya he dicho, fuimos en diciembre.
Tenía muy altas expectativas sobre este viaje, porque hemos sido seleccionados para poder formar parte de este proyecto y es una responsabilidad que tenemos que afrontar.
Nada más llegar fuimos al instituto para que nos recibiesen y poder conocernos un poquito mejor, y para ello jugamos a un parchís en el que cada casilla venían a unas preguntas que había que contestar según tus gustos o tu persona. Los dos días siguientes fueron más bien de ocio y para conocer a la correspondiente y a su familia, aunque aun así visitamos el castillo de Heidenheim donde se puede apreciar una perfecta panorámica de toda la ciudad y observar sus edificios más destacados, hicimos un recorrido al mercado navideño de la ciudad y también fui al famoso museo de "Steiff" donde había una larga visita en la que poder ver el transcurso de la evolución de estos famosos peluches. Una vez acabado el fin de semana, comenzó una semana llena de actividades en las que había mucho que aprender. El lunes 17 estuvo dedicado a que conociésemos mejor las instalaciones de su instituto, como impartían sus clases, etc. Asistimos a una clase de matemáticas que me gustó bastante ya que me sentí bastante realizada, porque aprendí a hacer ecuaciones derivadas y no me resultaron tan complicadas; también asistimos a un torneo de fútbol que organiza el instituto en el que juegan alumnos pero también profesores, fue divertido porque cinco compañeros nuestros jugaron un partido y ganaron a los alemanes, fue un orgullo en verdad. Por la tarde organizaron una yincana para que visitasemos lugares impostantes que destacan de Heidenheim, y lo que más me gustó fue el castillo porque a parte de que era como de cuento, las vistas eran realmente preciosas; a parte esta actividad fue una buena oportunidad para seguir conociendo a los alemanes. El martes 18 fuimos a visitar Stuttgart, su parlamento principalmente y después a ver su mercado navideño. En el parlamento nos enseñaron como estaba dividida Alemania y en que estado federal se encontraba Stuttgart, y finalmente la parte más dinámica, fuimos a la cámara donde se reunían los partidos de esa región y adoptamos las funciones por unos minutos de algunos políticos alemanes, y personalmente me di cuneta, de que esta profesión está muchas veces despreciada pero que es en verdad súper importante y nada fácil, lo que deberíamos hacer todos es ponerse de vez en cuando en la situación del prójimo. El miércoles 19 era el día que más ganas tenía que pasase porque fue cuando íbamos a visitar el campo de concentración de Kuberg. Antes de esta visita fuimos a visitar el museo que tienen en el castillo ya nombrado de Heidenheim para conocer la función que tuvo en la industria textil esta ciudad, y lo que más me gustó fue, a parte de poder aplicar un poco más lo aprendido en clase a lo que nos explicaron, dejar una reseña de que estuvimos allí, porque me parece tan espectacular dejar huella en algún sitio al que vayas, formar parte de su historia... Y después de esto, ya por fin nos dirigimos a Ulm donde estaba situado este campo. Al llegar ya se me pusieron los pelos de punta porque el tema nazi es tan impactante, que de pensar que estaba pisando el mismo suelo de cientos de personas que fueron allíen contra de su voluntad, para denigrarles por su ideología, no me lo creía. No vimos el campo en su totalidad pero vimos lo suficiente para saber que aunque sea una parte muy importante de la cultura alemana, ojalá que nunca hubiese existido. Estas personas recluidas vivían en unas condiciones tan pésimas y con una incertidumbre tan matadora, que muchos de ellos acababan muriendo por frío, depresión, de las palizas que les propinaban... Lo que más me impactó fue la mente tan cruel que puede adoptar un ser humano. Los grandes cargos de estos campos dividieron el campo en tres partes, la primera en la que si estabas en ella era más probable que pudieras salir, la segunda, más dura que la anterior, y por último la tercera, en la que la situación ya era catastrófica y en la que todas tus esperanzas se esfumban. La función de distribuir a los presos en las distintas partes era tenerles siempre en vilo, que no supiesen que sería de ellos al siguiente día, que no supiesen si iban a sobrevivir, que no supiesen si volverían a ver a sus seres queridos; todo porque unos pocos pensaban que lo suyo era la único mejor y había que implantarlo de alguna forma, y ellos decidieron hacerlo violando los derechos humanos. Para acabar ese día lleno de emociones visitamos el mercado navideño de Ulm, que fue precioso. Y al final, llegó el momento que menos queríamos, regresar a España; aunque no con tanta pena porque sabemos que volveremos a ver a nuestros compañeros alemanes.
Este Erasmus me ha servido para recapacitar sobre lo diferentes que podemos llegar a ser las personas y lo emocionante que es enseñar lo que es tuyo y aprender de lo de los demás. Aunque no todo fue positivo porque hubo alguna que otra baja que nos dejó un poco chafados, aunque esta experiencia es 100 % recomendada.

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