Este proceso de separación conlleva unas fechas clave en las que habrá que decidir muchos asuntos para poder llevar a cabo el Brexit: la primera fecha de importancia fue el 29 de abril de 2017 donde la UE adoptó las directrices sobre la salida del Reino Unido; la segunda en mayo de 2017 en la que se iniciaría su salida con el proyecto de ley de derogación en Reino Unido; la tercera surge entre mayo y junio de 2017 donde la UE acordaría las pautas de negociación. El 24 de septiembre de 2017 Alemania ya tiene nuevo canciller, y otras potencias europeas también tienen un gobierno estable conque ya se pueden empezar los acuerdos con Reino Unido y la UE; a partir de diciembre de 2017 ya se empieza a negociar el divorcio y las relaciones comerciales así como los derechos de los migrantes de la UE. En octubre de 2018 ya se acaba el plazo para llegar a un acuerdo y para acabar en marzo de 2019 Reino Unido habrá abandonado la UE y en abril de ese mismo año ocurrirá un momento de transición hasta a ver que ocurre cuando el Reino Unido ya no forme parte de la UE.
Aunque el 51% de los británicos quiere abandonar la Unión Europea, hay un 49% que prefiere la estancia en ella. Así que deberíamos conocer las razones de ese pensamiento de cada bando. Los principales argumentos de los que quieren irse son: la inmigración para poder controlar sus fronteras y la gente que entra en el país, la seguridad para poder afianzar que criminales y terroristas no circulen tan libremente por el país, cuestión de soberanía para recuperar su poder y que Bruselas no les controle, ahorrar dinero ya que pertenecer a la UE es un gasto bastante alto y una mayor eficiencia a la hora de hacer trámites y papeleos y menor burocracia. Por la otra parte los que quieren permanecer defienden que es un acto irreversible e irresponsable, que es un varapalo para la economía ya que gracias a la UE pueden comerciar con más de 50 países y ha generado mucho empleo; también por cuestiones de importancia política y que supondría un aislamiento de los demás; perderían seguridad porque serían más vulnerables y la inmigración mayoritariamente les aporta riqueza y con la salida eso acabaría y por último surgirían escisiones nacionalistas porque Escocia seguramente pediría la independencia para volver a la UE e Irlanda del Norte más de lo mismo.
En definitiva, hay un gran conflicto sociopolítico que ocasiona daño al país y que no debería haber surgido tal y como nos contó hace unos días un señor galés en una charla sobre este tema y expuesta en inglés formando parte del proyecto lingüístico que lleva a cabo el instituto.
Aunque el 51% de los británicos quiere abandonar la Unión Europea, hay un 49% que prefiere la estancia en ella. Así que deberíamos conocer las razones de ese pensamiento de cada bando. Los principales argumentos de los que quieren irse son: la inmigración para poder controlar sus fronteras y la gente que entra en el país, la seguridad para poder afianzar que criminales y terroristas no circulen tan libremente por el país, cuestión de soberanía para recuperar su poder y que Bruselas no les controle, ahorrar dinero ya que pertenecer a la UE es un gasto bastante alto y una mayor eficiencia a la hora de hacer trámites y papeleos y menor burocracia. Por la otra parte los que quieren permanecer defienden que es un acto irreversible e irresponsable, que es un varapalo para la economía ya que gracias a la UE pueden comerciar con más de 50 países y ha generado mucho empleo; también por cuestiones de importancia política y que supondría un aislamiento de los demás; perderían seguridad porque serían más vulnerables y la inmigración mayoritariamente les aporta riqueza y con la salida eso acabaría y por último surgirían escisiones nacionalistas porque Escocia seguramente pediría la independencia para volver a la UE e Irlanda del Norte más de lo mismo.
En definitiva, hay un gran conflicto sociopolítico que ocasiona daño al país y que no debería haber surgido tal y como nos contó hace unos días un señor galés en una charla sobre este tema y expuesta en inglés formando parte del proyecto lingüístico que lleva a cabo el instituto.